En el año 1955, en la Lexington Avenue (Nueva York) se rodaba una de las escenas de tentación vive arriba. William Travilla fue el diseñador de Marilyn hasta su muerte, un incidente en el probador (se soltó un tirante y dejó a la vista ese cuerpazo serrano de la actriz) hizo comenzar una bonita relación entre estos dos. Desde aquel día el diseñador no dejó de afirmar que la actriz tenía los pechos más bonitos de Hollywood.
El clásico Vestido Blanco en el que Marilyn rodaba con faldas y a lo loco, se vendió en una subasta por 3,2 millones de euros.
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